OLLÉ-LAPRUNE, PHILIPPE
El exilio es a la vez fatalidad y enriquecimiento. Su trágica imposición puede traer consigo aportaciones
inconmensurables tanto para el exiliado como para el país que lo acoge. Al ser México por excelencia
el país de los desterrados sobre todo durante el siglo XX, cuando numerosas personas cambiaron
sus roperos y sus rutinas por un par de maletas y un destino incierto, ha recogido las historias, los
recuerdos y las tradiciones escondidas en aquellas valijas. Al escritor, ya de suyo exiliado, esta imposición
lo vuelve personaje ejemplar, testigo del vuelco.